Desde el Departamento de Orientación quisiéramos haceros llegar algunas recomendaciones que os puedan ayudar en esta situación excepcional que estamos viviendo.

 

Es importante, puesto que convivimos con niños, que tratemos de cuidar lo que decimos y cómo lo decimos, pues ellos perciben lo que sucede a través de nosotros.

 

La rutina familiar cambia sustancialmente y por ello es importante dedicar tiempo a organizar bien el nuevo horario de tareas y actividades en casa.

 

Ellos se encuentran vitales y sanos, por ello les ayudará seguir un horario, y si lo hacen junto a vosotros y participan en él lo aceptarán con agrado. Cuanto más concreto sea el horario, más tranquilidad y autonomía generará en el niño. En él se deben incluir tareas individuales y también grupales, responsabilidades para todos y funciones detalladas que sería conveniente que rotaran cada día.  Si es posible, definid los espacios de trabajo y juego de cada miembro de la familia. Escribidlo y colocadlo en un lugar visible.

 

Dedicad el primer momento del día a una pequeña asamblea para recordar lo que debe hacer cada uno.

 

Con respecto a la situación en la que nos encontramos, es imprescindible que estemos informados, pero de forma adecuada. Para ello, podemos acceder a la información oficial, pero evitando la sobreinformación. Es importante transmitírsela a los niños con prudencia y siempre de forma constructiva. Lo contrario puede generar una sensación de desasosiego contraproducente.

 

Mantened el contacto con los familiares y amigos cercanos, con una actitud positiva y teniendo presente en todo momento que estamos haciendo lo correcto.

 

Hablad con ellos de otros temas: actividades hechas en casa, recetas de cocina (introduciendo la comida saludable), retadles a hacer una actividad y posteriormente poned en común cómo les ha salido a cada uno, cómo se han sentido, etc. Siempre que sea posible, emplead la videollamada para facilitar el contacto con los más allegados.

 

Démosle valor al momento; podéis elaborar una “lista de deseos” donde cada miembro de la familia se ponga un objetivo que normalmente no podemos llevar a cabo por falta de tiempo. No son necesarias grandes cosas: un puzzle que nunca hayamos hecho, leer un libro, aprender a tocar una canción, una foto de familia, un álbum, etc.

 

Es importante no olvidar el ejercicio físico. Además de divertido, nos mantendrá en forma y aumentará las sustancias estimulantes de nuestro cuerpo que nos hacen sentir bien. Hay muchas aplicaciones para guiarnos en esta práctica diaria.

 

Por último, pediros un esfuerzo para no incrementar las horas de exposición a pantallas: televisión, tablets u otros dispositivos digitales. Sustituidlo por un juego de mesa al día, donde aprendan a compartir, respetar su turno, perder y ganar, etc.; cuentos para desarrollar la expresión oral, comprensión lectora e imaginación; también películas o documentales adecuados previamente escogidos y pautados dentro de su horario.

 

Es un gran momento para escucharles y hablar en familia. El diálogo siempre que sea posible es el mejor de los recursos. Es una oportunidad excelente para enseñar a nuestros hijos que, en equipo, se pueden lograr cosas increíbles.

 

También para acercarnos y conocernos más entre nosotros, algo que a veces en el día a día queda en un segundo plano con el acceso a las redes sociales.

 

Con respecto a los conflictos que puedan surgir, procurad tener mucha paciencia. La situación es difícil para todos; mantener la calma y compartir vuestros sentimientos en familia, les enseñará que el respeto mutuo es un valor en vuestro hogar.

 

Nos encontramos ante una situación excepcional, que estamos seguros vamos a superar entre todos.